El deseo sexual como contradicción en la iglesia.
La vida ,es, en si misma maravillosa ,y, puede serlo hasta tal punto,que,en un momento determinado nos aterre perderla.Si ahora contemplamos detenidamente la película "el cid ",protagonizada por aquél inolvidable Charles Heston,en el momento en el cual va a pelear con el alférez del rey,( que es todavía joven y ducho en esgrima ),este hombre diserta " no tengo, ningún aprecio, por aquellos que no supieron morir jóvenes ...":por supuesto,la versión no es literal...pero si demuestra la filosofía de una época.Banalizar la muerte ,es, casi tan peligroso como sacralizarla ...banalizar la muerte de algún modo,nos traslada a una sociedad mas jóven.Si.En efecto es así.De otra manera ,que bonito es el arte de querer permanecer en base a un gran ejemplo.Por cada Mandela que da el mundo,existen mas de cien mil libidinosos...este es un verdadero problema...supongamos que invirtiéramos la razón....
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