THE CHRONICAL

 Hubiera de tenerse mucho respeto por "el momento histórico ".Lo urgente es el estado de la nación, no el estado del partido, jamás el estado de un político. Mariano Rajoy argumentaba que aun le quedaban 2 intentos. Como si "el momento " fuera un patrimonio suyo. Mezquindad de estructuras verticales. Miseria de nuestro tiempo. 

 El poder de la masa pudiera parecer que es descabezado. No obstante Ortega sabía que no. Su libro " la rebelión de las masas" pudiera ser cualquier cosa menos inocente .Una constitución a fuer de ser democrática hubiera siempre de ser militante, pues hemos visto todos como en Chile un billete de metro garantizaba un rincón en el infierno por tiempo indefinido...aquel Chile de Borges, de elegantes capitanes de navío Ingleses,amanecer en Santiago...y Chile dirigido por la plutocracia...la elite desde los dias de Craso y la elite desde los dias de Plutarco .Por lo demás ,por favor, una mina de oro para el principe Zapatero. Nunca la censura hizo tanto daño...

 Entre la manera de ser del Español del siglo XVIII y el  carácter del Español de este siglo la diferencia radica en el ánimo de participación internacional. En la idea de que el mundo es menos sin nosotros y es menos sin nosotros pues nos esta vetada nuestra opinión internacional. Se suceden las generaciones mientras no se da el impulso internacional. El secreto civilizador supone sobre todo hacer gala de un encantador softly power.