Ambiente espiritual de Occidente,ante la robotización y la imperiosidad de la renta universal.

Existe un cierto temor a cuanto pudiera significar la robotización.Temor seguramente infundado toda vez ,la sociedad occidental hoy,puede llegar a adaptarse - y adaptarse muy bien - a cuanto significa el penetrar en esta segunda mitad del siglo XXI.La robotización ,desde luego,será un hecho imparable,e imparable en tanto en cuanto,será la máquina la que finalmente liberará al hombre,y contra la máquina ,en todas las ocasiones en las cuales se ha intentado ir ,la sociedad de "espectadores ",( entendiendo por espectadores aquellos temerosos del futuro ),esta,siempre ha perdido.Los primeros robots - y esto es una opinión particular - deberían ser absolutamente mecánicos,en el sentido de poderlos asimilar psíquicamente a muebles,a aparatos que pudiéramos hallar en las casas...Pues toda vez se hiciera una investigación de mercado,se vería como el miedo al futuro comienza a ser abrumador.Efectívamente ,no hay miedo mas grande que aquél que deviene de un mundo que jamás pudiéramos llegar a controlar,y entonces, en este punto de la historia, nos encontramos con una serie de variables tales, que exceden a la mentalidad que la época posee en el presente.Imaginemos pues ,estos primeros robots,- quiero poner un ejemplo- ,mesa- camilla de hostelería para dejar reposar los platos y vasos hasta "dar la orden "de llevarlos a la barra ,imaginemoslos - prosigo . - diseñados con un estilo inesperado,con un estilo,el cual tranquilice nuestras conciencias ,como por ejemplo fuera este diseño, el basado en el rococó Francés.Humm... ¡ Que gran asunto este,el del diseño del robot para la industria Europea,para la mortecina industria Europea.Si ahora evocamos la película de Sofía Coppola ambientada en Versalles,entonces somos capaces de elevarnos por encima de la época.La primera revolución que de verdad se necesita para estos años de entresiglo será la artística,quizá ,la vuelta a un primer plano de la vida pública de los arquitectos,quizá la fuerza de un nuevo movimiento pictórico que transigiera en el ánimo de los corazones para habituarnos a los robots...Por lo demás ,acudan,si ese es su deseo,a la exposición sobre el impresionismo de la fundación Mapfre en Madrid...Estoy pensando,que no me han llamado de los Princesa de Asturias...