Cuba.( Una novela sobre el ejército Español ).
El ejército...¡ Oh el ejército...!.La academia del aire de San Javier consistía en un modo de vida arriesgado,alerta,de algún modo conmovedor.La guerra ,tras muchos años de paz,había vuelto a Europa,y, lo había hecho de una manera terrible,cruenta,napoleónica...En aquellos tiempos,el ánimo de la tropa era alto.Había rumores,( no confirmados ),de que en breve visitaría a los muchachos ,el rey Felipe VI,por lo que entre los reclutas ,aún se podían ver ojitos chisporroteando de emoción.Entonces en lo profundo de la imaginaria ,en aquella hora de la noche en la cual el profeta dijo que :" no se podía distinguir un hilo negro de uno blanco...".Serratosa decidió encender la pantalla de la gran pared,cuando,al pronto,todos observaron ,la desgracia,la enorme desgracia ,constituída ya en noticia de que la tormenta tropical OSCAR pasaba a convertirse en huracán con dirección a Cuba.Cuba ...Cuba...la isla querida y desgraciada ,la isla de los esclavos,la isla de los hambrientos y la isla que nunca hubiera de haber dejado España.Entró pues en la sala de banderas la teniente Lucena ...soldado valiente,donde las hubiera...y teniente Lucena de algún modo bandera de Delawere.La isla de Cuba - según el mapa de la meteo - quería emborracharse de rojo,quería atragantarse de verde...quería morir de azul.....Así,el capitán Delawere ,apoyó su mano velluda sobre la mesa ,y extrayendo un cigarro negro,comentó: Esta vez va en serio chicos...la miseria ya es absoluta...va a morir demasiada gente...Permanecían atentos a la pantalla...Al pronto :rayas y rayas...rayas azules y verdes y moradas...¡ Que mal se ve la televisión ! .- Exclamo Gerard apesadumbrado.Desde luego ...-suspiró pensando en aquellos días de vacaciones en la Habana ..días en los que conoció al fabuloso Reinaldo Arenas...Desde algún punto podía escucharse la canción: Allí en la Habana/ allí en la Habana / pasan las mismas cosas / cielito mío / que aquí en España /...Era ,era el fantástico Serrat Olivé el cual,casi sin advertirlo,casi sin querer, acompañaba su voz trina ,con la armónica.Serrat Olivé admirador irredento de Bob Dylan...y Serrat Olivé que nos evocaba aquellos crepúsculos tristísimos en el malecón...
Comentarios
Publicar un comentario