Como reinventar la economía Vaticana.
El fútbol supone en si un entusiasmo, que aunque pudiéramos describirlo con palabras,de algún modo es inexplicable para el corazón.El fútbol comienza su desideratum ,su ilusión,su épica, desde el momento en que 11 chicos Africanos, deciden vapulear en el patio del cole, a sus homólogos Europeos .El sueño del fútbol de alguna manera nos vuelve mejores,nos vuelve mejores, porqué de alguna manera nos sentimos igualados respecto a la ilusión.Son carismáticas entonces las imágenes "presocráticas "de aquellos curitas con sotana ,de aquellos curitas contra los cuales nunca fueron "permitidos " los caños,de aquellos curitas que de algún modo nos reconciliaron con el decidido amor por el balompié.El fútbol,pues,nos hace ser mejores,mientras exista el fútbol existirá siempre una oportunidad para la paz,y mientras exista el fútbol ,aquello que es seguro es la inmaterialidad del ser mejores en espíritu.Dice un viejo refrán ,que el arquitecto es un albañil mejor,que el ingeniero es un electricista y mecánico superado...Pero,pero el abogado es "un Dios menor o mejor...".Debemos aprovechar siempre cualquier resquicio por el cual combatir el pandilleo,la pandilla,la mala basca,y guste mas o guste menos en este punto el fútbol demuestra su poder de seducción.Efectivamente ,el balompié ofrece muchos y variados puestos de trabajo,y uno de esos puestos de trabajo son las federaciones,los organismos internacionales,tanto como esos magníficos despachos de abogados.Mucho ganaría entonces la causa,en aquella emprendiduria de un cole,una iglesia,una facultad , entonces,una o dos canchas de fútbol.Canchas de fútbol para oxigenar los pulmones de hachís,y canchas de fútbol para oxigenar los cerebros in sepulto del alcohol.De alguna manera nos fascinan con brillo cegador aquellos abogados brillántisimos como Jean -Marc Bosman...¡ Que fabuloso Bosman ...!.Esos despachos señeros de abogados de Suiza.Con todo hemos perdido la noción de lugar para con los malos perdedores,hemos perdido la noción de lo que significa perder las buenas costumbres.Pues...¿ Quién de verdad audita a los grandes organismos internacionales ?.Esas federaciones multiplotenciarias...Unas magníficas escuelas de abogados supondrán siempre el anhelo de los chiquillos menos dotados para el balompié ,y,que tomarán legítimamente su revancha en las aulas.Queremos magnificar aquello que supone la "fantasía "de ser abogados...esos abogados fabulosos de John grisham que el tiempo maldito nos impidió ser...
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