F-35 A. Una crónica de la aviación Española.
Con todo Evaristo de Miguel ,aquella mañana había acudido puntual a su puesto de vigilante de la playa.Armado con sus prismáticos Nikon ( realmente fabulosos ),ora si...ora también... escudriñaba la línea del horizonte en busca de personas en dificultades.Por su parte Serratosa ( del ejército del aire ),no lo olvidemos,nunca arriesgaba al bañarse ,pero..quiso el destino de que pisara un hoyo terrible.Simultaneamente una indisposición cuasi momentanea le hizo ,primero vomitar y posteriormente desvanecerse ...¿ Flotaba ?.Si.flotaba con el rostro hacía abajo si bien de Miguel...o de Miguel...aquél mal estudiante de los Maristas se había lanzado por el.Al pronto - Ziis,Zimm,Zimm...- un zumbido semejante al de una gran avispa ,le atravesó la oreja.Se llevo la izquierda al denostado apéndice ,para exclamar...pero...pero ...¡ están disparando...!.- Vaya un pijo...!-.Un hilo finísimo de sangre, tintaba el mar de rojo mientras lograba hacerse con el aviador.Ya en la orilla se había formado un pequeño grupeto el cual no acertaba a comprender lo que sucedía con corrección.- "Mi capitán o mi capitán..."- Exclamó cuando Delawere le asía, por fin por el hombro...Y es que los muchachos...Aquellos pilotos cimarrones de la base de San Javier ,ahora permanecían junto a la orilla,con las manitas a modo de visera..todavía expectantes ante el desenlace...
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