De la república popular China y su simiente.
Pero...pero han cerrado la librería cristiana Beijing morning light bookstore...aquella librería de colores,de verdades,de sentimientos,de sabores a gominolas,a fresitas y a chicles de limón.Trasladaba la librería cristiana...aquella pasión, la cual siempre nos transmiten las pequeñas cosas...he aquí el Dios de las pequeñas cosas en cuanto ,que encanto poseen aquellas historias de los viejos textos...que pasión la del entrañable Andrés,que evangelio el de San Juan.Poseían los clientes de la beijing morning,aquél no se que ,que nos encantaba y no sabíamos el porqué.Esos clientes de última hora los cuales salían así ya digo ,cuando el sol había caído...con un último libro entre los brazos...como aquellas carpetonas sobre el pecho,que en otros días y en España llevaban las niñas de COU.Existía un librito maravilloso de otro tiempo que hablaba sobre el fin de los libros,sobre el ocaso de los pequeños libritos en las dictaduras...y entonces Fahrenheit 351...o fahrenheit 351...o el ocaso de los escritores...o el ocaso de los lectores...entonces tal y como hoy sucede en la república popular ,existía la policía de libros...aquellos inspectores de libros como...- Humm...pero,pero...que tiene usted aquí....¡ Tom Sawyer ...!,y no me lo puedo creer...si además tiene un ejemplar de platón...los lectores de libros de fahrenheit se daban cita en los parques públicos los viernes para hablar de literatura...allí en ocasiones llegaban los furgones de policía con cuatro regimientos...salían de las medio tanquetas tocando estentóreamente los silbatos,en el frenesí de silbatos...entonces los lectores escondían,así sin que se dieran cuenta bajo los abrigos...esos pequeños ejemplares de Virginia Woolf...salían por patas ocultando bajo los gabanes aquella fantasía de Peter Pan.
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