Otro mundo que aquél de Henry Kissinger.

Ha invitado la república popular China, a los científicos de todos los rincones de la tierra, a su estación internacional de investigación lunar ( ILRS ),de manera que la noticia no solo es excelente,sino que mucho mas allá son hilos de esta naturaleza - y no otros - los que traen la calma al mundo.La traen en cuanto ,ahora ,la idea de la luna,el marco psicológico con el que afrontamos la idea de la luna,se nos antoja magnífico.Habíamos ideado una luna "patrullera "en cuanto hubieran sido expediciones primeras de astronautas ,mineros y militares ,y ahora pasamos a plantearnos la idea de nuestro pequeño satélite como un vergel.Así hubiera de ser posible ,que, - y esto es lo verdaderamente importante - las naciones unidas posean aquellos caminos de ilusión que antes no tenían.Por supuesto la luna se presupuesta como una palanca de ilusión ,pero,una palanca de ilusión que radica en las naciones unidas.que radica en una nueva filosofía para con la salida al espacio.Esto,no es en ninguna medida baladí ya que -si seguimos el artículo anterior - ahora lo importante verdaderamente sería, sentar las bases para el primer congreso de "geoingeniería y consecuencias "de cara al siglo XXI.Mucho mas allá,entonces,entrar en un marco psíquico de diálogo,en un marco psíquico de entendimiento por encima de banderías para la guerra,por mucho que a los poco leídos dirigentes les fascinen los cañones de artillería."Mis cañones retumban como los truenos..." decía José Napoleón Bonaparte.Un acuerdo de mínimos sobre la citada materia ( Geoingeniería ),concluye en el inmenso beneficio respecto a un acuerdo sobre el futuro del Ártico, y en el inmenso beneficio respecto a los distintos finales de las guerras que en la actualidad asolan al mundo.