F 35 A.( Una novela ambientada en el ejército Español ).

En el momento de transcribir estas líneas ,encontramos al capitán Delawere en la estación de trenes de Alicante.¿ Qué como era la mañana ?.A decir verdad era una mañana fantástica,y la estación gemía de placidez bajo los primeros rayitos de sol de la mañana.Delawere prefirió fumar en el anexo que existía con el objeto de tomar los taxis...y mientras encendía el cigarrillo,su vista reposó en una pequeña furgoneta de seis o siete plazas la cual probablemente venía del bunker Rudeffor ,uno de los primeros de su clase en prestaciones...y es que ayyy...de aquellos Búnkeres prebélicos, los cuales ahora se utilizaban para pequeñas fiestas particulares,de jóvenes,de estudiantes,de colectivos extranjeros,en tanto en cuanto suponían los últimos vestigios de la paz.Decidió tomar una coca-cola zero,pero prefirió tomarla como era debido...en la terraza sentado,con dos cubos suaves de hielo, y una rodajita de limón fina,fina,de la huerta...en ocasiones, era preceptivo desmontar algún hielecito extemporáneo ,so pena de que al volcar el líquido preciado este,no rebosara del vaso.-¡ Jodida guerra...!.- Exclamó Delawere para si,mientras escogía la mejor aceituna negra.- Zhh-zhh-zhh - bramó su pequeño Oppo toda vez - maldición !.- Reparó en que era un mensaje encriptado.Aquella criptografía cuántica ,la cual actualmente solo funcionaba a unos 50 o 60 kilómetros de distancia...Y es que desde que comenzaran las hostilidades solo se comunicaba con "la base " mediante mensajes encriptados.