La realidad del comportamiento animal ,y aquello que supone un chip.
En 1898 - escribo a vuela pluma - el inmortal profesor de Basilea ,quizás la huella mas profunda en el gnos del alma Griega,ya andando por la calle ,y sufriendo una de sus perturbaciones,al pronto se tiró,desahuciado,llorando,con toda su energía contra el lomo del caballo de tiro...pues el cochero, tenía a bien azotar,y azotar terriblemente a los caballos, para que tirasen, ya que había metido la rueda en un socavón.- Por favor no le pegue mas ,no le pegue mas...- decía abrazado al cuello del equino...fue la última vez que el hijo del pastor evangélico piso la calle...los ciudadanos de sils-María no lo volvieron a ver jamás...Si de lo que hablamos es del perro,este es capaz de darlo todo para nuestro solaz...el perro - fíjese bien en el suyo - ora adivina su humor...ora es capaz de cualquier frivolidad ,si se sabe acreedor a la pitanza...el babuino por su parte sabe encontrar agua en el desierto,y el delfín a veces se nos aparece como sobrenatural.Lo que quiero decir con todo esto es como la electricidad...el viaje de las ondas,determina lo bellísimo de los animales,y así del mismo modo que el ciego,que el tullido,que tantos otros humanos se hacen acreedores a la inmensa benefacción del chip,asimismo podemos - como humanidad - servirnos del chip pacífico en el cerebro de los animales.Unos chips mediante los cuales pudiéramos saber muchísimo mas del perro,del caballo,de cualquier animal inimaginable...de modo y manera que percibiendo su frecuencia eléctrica...ahora y toda vez el móvil,bien pudiéramos desarrollar una serie de aplicaciones colosales para la humanidad.
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