Consecuencias ,tanto como antropología del apagón.

Cuando contemplamos las fotografías de las grandes celebraciones de los partidos ...Aquellas fotografías de los días de gloria,entonces,practicamente estamos seguros de cuanto nos cuesta al común semejante camaradería.Vivimos en un mundo en el cual podemos decir que está ayuno de grandes valores...Fuera de la política lo que pasa es que hace frío...demasiado frío...El mundo de los sesenta se caracterizaba por ser ,impersonal,sincero,fantástico.Podía ser impersonal - y lo era - pero era ese guardar las distancias...ese concepto tan del derecho civil de guardar las distancias,lo que nos hacía fantásticos.Escuchando las opiniones de los distintos jueces veteranos,entonces ,nos asombramos de como no acudían a cacerías,no participaban de la vida ministerial...Los jueces eran unas personas que se habían quemado las pestañas estudiando el prontuario administrativo.Seguramente un punto de inflexión de la judicatura fuera aquella cacería sangrienta de Jaén.Seguramente el trocear una parte importantísima de nuestra historia de un modo tan espúreo nos está haciendo mucho peores.No olvidemos nunca de donde venimos...Porqué quién olvida la historia - dicen - que está condenado a repetirla.