Cuba.

En la Habana vieja nunca habían visto un huracán asi.La destrucción era palpable en la isla .Y lo era en cuanto mas pudiéramos observar los detalles de las construcciones arquitectónicas.De algún lado ,podía escucharse la música dulzona de chavela Vargas..../ no se que tienen las flores llorona .../.Las flores del camposanto.../.Por todas partes por las que uno quisiera asomarse la destrucción era patente.A unos cuantos kilómetros de allí ,Delawere y sus muchachos se encontraban todavía en la frondosa vegetación de la isla.- Humm...- Exclamó el capitán.- mañana intentaremos entrar en la Habana para tratar de distribuir alimentos,por lo menos algunos alimentos perecederos...-.Lo cierto y verdad,es como esta cuestión había sido objeto de amplio debate en el pequeño destacamento militar.Por parte de España ,( del ejército Español ),este,jamás había sido cicatero en el asunto de la alimentación de la isla.La alimentación se antojaba prioritaria tanto para Delawere ,como para el propio Rey de España.El plan era el siguiente,a las 12,00 horas tanto el capitán, como Serratosa, tratarían de vender algunas patatitas con Ketchup en el malecón ,mientras,en otro punto ahora indeterminado de la Habana la teniente Lucena y Gerad,despistando a unos y a otros ,organizarían un puesto de hamburguesas...Pero..pero ,como vinisteis tan tarde chico...!. Hubiera exclamado el negro Palacios admirado.Efectivamente ,con el destacamento había venido el magnífico cocinero Jordi Prats.El cual ora si...ora también... montaba las hamburguesas ,humeantes,magníficas ,todas al puntito mas ,mientras en el otro extremo del campamento el propio Delawere escuchaba el chup-chup de las patatitas ,toda vez escuchaba la canción de Eduardo Aute sobre el amanecer./ Al alba.../ Al alba.../.Sintonizaba el viejo transistor,mientras mascaba su gomita de mascar Winston& light.