El ocaso Europeo interpretado desde un punto de vista democrático.

Me parece además incuestionable, para el  futuro arquitecto de textos,el hecho de leer a los clásicos en su idioma.Con las limitaciones que hubieran de tenerse para con los idiomas.En efecto,Shakespeare no admite refutación con escritor alguno.Y no la admite ni siquiera - hablando de literatura - con Cervantes,pues si bien la historia de Cervantes es magnífica,Shakespeare se hace al final imprescindible por cantidad.El Julio Cesar de Shakespeare,aún llevado a la pantalla se nos antoja sublime ,y ,se nos antoja sublime en cuanto fuera el amor por la democracia.Si en algo,pueden los niños confiar es en la herida de "sangre "de los citados textos. El imponer dogmas bien pudiera ser calamitoso respecto a cuanto suponen ver los clásicos en dibujos animados,en el mundo de la animación para niños,siendo así pues como con ello, todos ganamos infinito,mucho mas allá  que reparando en el desorientado de "Bob esponja..."